Amy Pigliacampo La reciente renovación de una casa de 3713 pies cuadrados en Durango, Colorado, muestra su capacidad para combinar las preferencias de los clientes con enfoques de diseño innovadores. Esta residencia de cuatro dormitorios y cuatro baños experimentó una transformación completa, con Pigliacampo supervisando los cambios en casi todos los aspectos de la casa, conservando elementos clave de su estructura authentic. El cliente, originario de Venezuela, buscaba una estética fresca para el hogar, una que integrara colores vibrantes, particularmente el amarillo, manteniendo al mismo tiempo la mayor cantidad posible de gabinetes existentes.
La casa authentic tenía una paleta de colores apagados de “50 tonos de marrón”, que Pigliacampo alteró dramáticamente. Su objetivo period conservar el 70% de la carpintería, reducir el desperdicio y al mismo tiempo darle al espacio una actualización brillante y moderna. En ninguna parte esta transformación fue más evidente que en la cocina y el vestíbulo, que se convirtieron en las partes favoritas del proyecto de Pigliacampo. En estos espacios se incluyó un área de bar exclusiva, una estación de café y un vestíbulo best para familias, al mismo tiempo que se infundieron opciones de colores atrevidos que dieron vida a las habitaciones.
El amarillo, solicitado por el hijo mayor del cliente, Vincent, se convirtió en una inspiración clave en todo el diseño (¡mira la bañera amarilla a continuación!). El desafío consistió en utilizar este shade vivo sin dominar la paleta normal, y el enfoque de Pigliacampo logró aportar calidez y energía, manteniendo al mismo tiempo la cohesión del diseño.
El proyecto también adoptó estrategias prácticas y rentables, como renovar los pisos de madera originales con un tinte blanco puro para neutralizar su tono amarillo y actualizar las habitaciones alfombradas con pisos de madera a juego. Pigliacampo y su contratista reutilizaron gabinetes en la cocina, la sala de juegos, el vestíbulo y el dormitorio principal, ahorrando costos de materiales y preservando la calidad.
A pesar de la distancia física de Pigliacampo del proyecto, a veces hasta 17 horas de distancia, la renovación se completó con una artesanía impresionante gracias a un contratista dedicado y comerciantes colaborativos. Algunos de los elementos de diseño eran nuevos para el equipo, incluido el uso de tambores y materiales de concreto, pero se ejecutaron con éxito, agregando texturas y acabados únicos a la casa.
Uno de los desafíos más inesperados del proyecto surgió al actualizar la tecnología obsoleta de la casa. El sistema de iluminación y sonido existente, de última generación cuando se instaló en 2007, requirió una inversión sustancial para integrarse con los nuevos accesorios y cambios de diseño. Esta experiencia dejó a Pigliacampo con una lección de advertencia sobre los riesgos de incorporar demasiada tecnología en la infraestructura de una casa, que puede volverse obsoleta rápidamente.
La casa terminada ahora refleja una combinación del amor del cliente por los colores llamativos y las inteligentes concepts de diseño de Pigliacampo. El uso de iluminación Schoolhouse Electrical y Dutton Brown, azulejos Fireclay y Florida, y muebles personalizados como la llamativa silla Vitra en la sala de estar, contribuyen a la sensación moderna pero personalizada de la casa. En última instancia, este proyecto ejemplifica cómo la colaboración cuidadosa y la reutilización creativa de materiales pueden dar como resultado un hogar que se siente fresco y acquainted.
Para más información sobre Amy Pigliacampo, visite amypigliacampo.com.
Fotografía por Amy Pigliacampo y Corey Szopinski.