Una sala de meditación y un área de trabajo al aire libre están disponibles para los empleados en este oficina en México, que fue remodelado por el estudio de arquitectura FMA dentro de un edificio del siglo XVII. convento.
La Sede del GO está ubicada en el centro histórico de Morelia, ciudad del estado de Michoacán, y está dispuesta alrededor de un claustro en el corazón del edificio.
Este patio central ofrece a los empleados un espacio para trabajar o relajarse al aire libre, rodeado de cinco jardineras con naranjos que contrastan con la antigua piedra.
«El principal desafío del proyecto fue honrar los elementos arquitectónicos originales del edificio y maximizar el espacio disponible», dijo FMA founder Francisco Méndez.
«Además, period necesario reconocer cuidadosamente las alteraciones que había sufrido el convento a lo largo del tiempo, distinguiendo entre las que eran adecuadas y las que no», añadió.
Todo el espacio inside de oficinas está en el nivel superior, con acceso desde la entrada principal a través del patio y una escalera.
En este piso superior, las habitaciones interconectadas se abren al espacio central con columnas que da al frondoso jardín cerrado que se encuentra debajo.
“En la planta superior, las áreas de trabajo se concibieron como espacios habitables con un enfoque disruptivo”, explica Méndez. “Si bien el programa arquitectónico sigue siendo sencillo, llama la atención la diversidad y multifuncionalidad de cada área”.
Las habitaciones más grandes albergan largas mesas de roble que ofrecen espacios de trabajo y áreas de reunión de estilo escritorio más tradicionales.
Mientras tanto, una biblioteca con muebles de salón y un gran sistema de estanterías que cubre una pared completa actúa como recepción y área de trabajo casual.
Otra sala cuenta con una barra de café en forma de herradura con frente de baldosas de arcilla y una mesa de ping-pong de madera, donde los miembros del equipo pueden reunirse y socializar.
También hay una sala de meditación dedicada, apodada «el nido», que está optimizada acústicamente con paneles de roble y un piso acolchado para mayor comodidad.
«Este espacio tranquilo está dedicado a la introspección, proporcionando un santuario para que las personas rejuvenezcan sus mentes y rompan con la rutina, enfatizando así la importancia del bienestar psychological y físico, mejorando en última instancia la calidad de vida y la productividad de los trabajadores», dijo Méndez.
En todo el edificio se actualizó la iluminación con un sistema inteligente que se ajusta según el ciclo circadiano y ahorra energía.
Los materiales que incluyen paredes de yeso en tonos enviornment, pisos de duelas de roble blanco y muebles en tonos cálidos y terrosos complementan la paleta del edificio existente.
También se incorporan lámparas de barro, maceteros y objetos decorativos elaborados por artesanos michoacanos.
«Se puso énfasis en los acabados naturales y regionales para mantener una sensación de calidez y armonía dentro del proyecto, así como para apoyar a los artesanos y el comercio native», dijo el arquitecto.
Empresas y organizaciones de todo México están encontrando una variedad de nuevos usos para edificios de conventos abandonados o en desuso.
En Oaxaca, RootStudio convirtió un edificio histórico en un Centro para celebrar el rico legado culinario de la región, lo que le valió al proyecto una Lugar de la lista de finalistas del Proyecto Patrimonio para los Premios Dezeen 2023.
La fotografía es de César Belio.