En la ciudad de París, Francia, donde el espacio important es muy importante, Beth X Epista Studio ha transformado un estudio microcompacto de 248 pies cuadrados (23 metros cuadrados) departamento en un capullo refinado de diseño minimalista. Este proyecto demuestra cómo Vivir en el espacio pequeño puede lograr tanto la funcionalidad como la estética sin compromiso.
La pieza central del estudio es una plataforma elevada personalizada, diseñada en madera de Okoumé, que actúa como un núcleo multifuncional donde se desarrolla la vida diaria. La estructura se adapta perfectamente a diferentes necesidades: se convierte en un rincón para dormir, se transforma en una mesa o escritorio de comedor, y oculta el almacenamiento generoso dentro. Al integrar tantas funciones en un elemento, los diseñadores maximizan la flexibilidad mientras mantienen el piso abierto y despejado.
La mesa incorporada recuerda el espíritu de un zataku japonés, diseñado para asientos de piso, pero con un toque inteligente: la plataforma elevada deja espacio debajo para que sus pies puedan colgar cómodamente en lugar de meter debajo de su cuerpo. Este detalle sutil combina inspiración tradicional con la ergonomía moderna, haciendo que las comidas largas o las sesiones de trabajo se sientan más cómodas y relajadas.
Cada pieza dentro del apartamento está diseñada a medida para la eficiencia y la cohesión. Una estantería pasa sin esfuerzo a una cabecera, mientras que un escritorio retráctil desaparece en un módulo de almacenamiento cuando no está en uso. Una pared montada Murphy Bed Además, libera el espacio con una sola moción. El resultado es un inside que se siente intencional y equilibrado, con cada elemento realizando múltiples roles sin ruido visible.
La materialidad ancla la atmósfera del proyecto. La madera de tonos ligeros, el concreto pulido, la madera contrachapada mate y el latón envejecido forman una paleta suave y pure. Las texturas trabajan juntas para crear un ambiente calmante que sea sereno pero táctil. La iluminación lineal y las líneas arquitectónicas limpias refuerzan la claridad del espacio sin hacer que se sienta rígida.
En lugar de dividir el pequeño apartamento con paredes, Beth X Epistēmē Studio usó almacenamiento incorporado y cambios de superficie para definir áreas. La luz se convierte en un elemento guía, alentando el movimiento mientras conecta visualmente zonas en un flujo ininterrumpido.
Los interiores minimalistas a menudo corren el riesgo de esterilidad, pero este diseño abarca un cálido minimalismo inspirado en la estética japonesa y los paisajes desérticos. El apartamento se siente como un capullo, envolviendo a su residente en una comodidad tranquila y permanece adaptable a las necesidades cambiantes. Este equilibrio entre la precisión y la suavidad demuestra que el diseño a pequeña escala puede ser altamente funcional y profundamente humano.
Para obtener más información sobre Beth X Epistēmē Studio, visite bethxepistemestudio.com.
Fotografía por Art-Milan Mazaud.